Esta historia tiene lugar en un pasado no muy
lejano y los protagonistas son un padre y su hijo adolescente de dieciocho
años. El hijo era un mal estudiante y
estaba siempre de fiesta, esto le molestaba mucho a su padre. Apenas se veían y
las pocas veces que lo hacían solo discutían.
Un día, el
hijo cansado de la situación, decide irse de casa y no volver a saber nada más
de su padre. Pasaron los años y ninguno
de los dos daba su brazo a torcer para volver a encontrarse hasta que un día el
hijo, conmovido por sus recuerdos y arrepentido, decide buscar a su padre y reencontrarse con él para
pedirle perdón.
Cuando por fin consigue encontrarlo,
queda con él y ambos se cuentan que ha
sido de sus vidas durante estos años. El
padre le confiesa que necesita un riñón para vivir y que dado a su edad no le ponen en las
listas de trasplantes. Entonces, el hijo se va a su casa llorando porque no
sabe qué hacer y al día siguiente le dice a su padre que le dará uno de sus
riñones para que pueda vivir aunque el padre, después de todo lo ocurrido en el
pasado, no se lo cree.
Pasados unos días, se encuentran los dos en el
hospital y se piden perdón por todo lo
malo que habían hecho en el pasado. Tras la operación, padre e hijo se
van a vivir juntos para recuperar el tiempo perdido durante tantos años.
El valor moral que aparece es la generosidad.
Después de todo lo ocurrido entre ellos, ambos consiguen dejar a un lado sus
diferencias, se reconcilian y el hijo le dona a su padre el riñón que necesita
para vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario